lunes, 8 de diciembre de 2008

Stockholm

Buscando buscando hace un mes, encontré una oferta de Ryanair por 0 pavos más tasas para ir a Estocolmo. Así que nada, como Juan Carlos (un colega de clase) está viviendo allí de Erasmus, no me lo pensé.

Salí el miércoles de Praga, y llegué a Estocolmo después de una hora y poco de viaje. Ryanair en el billete decía que eran dos horas, vaya capullos. Lo hacen para que cuando lleguen media hora antes, suene una bocina en plan "somos los putos amos, hemos batido un nuevo récord". Así que llegue antes de lo previsto, pero no a Estocolmo sino a Skavsta. Es un aeropuerto alejado, en mitad de la nada, pequeño, peor que el de Valencia (y ya es decir..). Decir que en el viaje, de día, pude ver Praga desde arriba, en plan ortofoto, y es tal cual la pintan en los mapas (cómo no). Si te pones a buscar puedes ver los grandes emblemas de la ciudad como el castillo ó la iglesia que hay en Stare Mesto. También decir que en el momento en que entras en Suecia en avión, impresiona. No dejas de ver islas pequeñas, medianas, mar, árboles, campos, todo verde. Hay muchas islas y muchos lagos.

Una vez en Skavsta, cogí el bus que me llevaba a Estocolmo, a hora y media de allí. Se notaba que estaba en Suecia, la gente estaba calladita, y el billete de ida y vuelta me costó 25 pavos. Vaya hijos de puta...pero la cosa ahí no acaba. Luego, luego.

El bus me dejó en T-Centralen, la estación de metro principal de la ciudad. Ahí convergen, como en Budapest, todas las líneas. Pero en esta ciudad, en vez de tres, habría siete u ocho. Además de metros, también es la estación de trenes y la de autobuses. Está bien montado, no como en Valencia, que tienes cada cosa en un sitio.

Juan Carlos vino a por mí a la estación, y de ahí nos fuimos a su residencia, en metro y bus. Me compré un bono de tres días, me costó 20 pavos. Su residencia es, por fuera, algo parecida a Strahov. Son bloques grandes llenos de habitaciones, con cocina compartida. Eso sí, las de allí le dan mil patadas a las que tenemos aquí. Habitaciones individuales, baño con ducha propio, nueve estudiantes por planta, 300 pavos al mes. Está bastante bien, además, tiene la universidad de letras a cinco minutos andando, y la técnica, a una parada de metro.

Nada más dejarme en la residencia, se tuvo que ir a hacer un trabajo, así que me quedé en la residencia vagueando un poco. Estaba cansado del viaje, así que me eché la siesta de mi vida. Luego no salimos, ya que aquéllo no es Praga. Al ser tan tan tan caro, salen sólo los fines de semana, y muy cuidadosos con la pasta. Él durmió en casa de su cuñada y yo me quedé en su cuarto, ya que ella se acababa de ir a Berlín.

Al día siguiente quedamos a la hora de comer para ir a ver la ciudad. Estocolmo es una composición de doce islas, habitadas con casi 800.000 habitantes. La más popular es Gamla Stam, que corresponde a la parte vieja de la ciudad. Se conserva muy bien, desde la época en la que los bárbaros tomaron la ciudad. Por qué? Porque Suecia no entró en las guerras del siglo XX. Por qué? Porque los suecos son infinitamente tranquilos, amables, solitarios. Van a su bola, pasan de todo el mundo. Te ayudan si se lo pides, no te ponen mala cara, son muy respetuosos. Por dentro odian absolutamente a los inmigrantes, pero no les hacen ó dicen nada. No son nada efusivos, son silenciosos. Debe ser por el frío, porque puf, qué horror. Y he tenido suerte, y estando allí no ha hecho ninguna mínima horrible. Como mucho habré estado a cero grados, pero sin nieve. Una lástima, porque la ciudad con nieve tiene que ser preciosa.

Pero sin nieve tampoco se queda atrás. En Gamla Stam están juntos el Parlamento sueco y el Palacio Real. Palacio Real en el que por cierto no vive nadie, los reyes viven en otro sitio. A saber por qué, y también a saber por qué los guardias hacen tantos numeritos sin los reyes. Son homenajes a personajes históricos, consistentes, por ejemplo, en quedarse plantados delante de una estatua durante un rato. Se ve que a ellos les enorgullece eso...

El Parlamento


El Palacio


Al no haber río en Estocolmo, lo que divide la ciudad son los canales. Está de moda lo de decir la Venecia del norte, ya que leí por no sé dónde que a Brujas también se lo dicen. Habrá que ir a Venecia...
También hay un barco-hotel, en el que pagas y puedes dormir. Debe valer un pastón. Es el barco iluminado de la derecha de la foto.


En Estocolmo los canales son anchos, y las islas están conectadas por puentes. El canal más "ancho" es el que deja en medio a Gamla Stam. Ahí va un mapa para verlo mejor.



Divide la ciudad en norte y sur. La residencia está en el norte, un poco más allá de donde pone "Stadion", y para bajar al centro sólo hay que coger el metro e ir a T-Centralen. Desde allí puedes ir paseando donde quieras. Lo normal es ir a Gamla Stam, que es lo que hicimos en los días que fuimos de turisteo.

El viernes por la mañana llegó Iván, otro colega de clase. Él está de erasmus en Gävle, una ciudad de 50.000 habitantes al norte de Estocolmo. Fuí a recogerlo a la estación, y nos fuimos a dar una vuelta. Él ya había estado, así que más ó menos se conocía de qué iba el asunto. Me llevó a la parte glamourosa de la ciudad, en la que, literalmente, es imposible ver un coche que valga menos de 20.000 euros. Y a lo mejor me quedo corto...pero vamos, que es eso, que sólo ves BMWs, Audis, Mercedes, y gamas más altas. La gente viste más pija, se respira dinero en la calle.



Por esa zona, una pizca apartada (la zona este del mapa) está el museo Vasa, que es un barco que se hundió hace muchos años, en plan Titanic. Valía cinco euros entrar, y como Iván ya había entrado y él tampoco es millonario, lo dejé para otro día, más adelante. Lo mismo que el museo de los vikingos, pero éste eran 12 pavos, prohibitivo. Por fuera pintaba bien...

Estocolmo es una ciudad llena de museos. Lástima que todos valgan tanta pasta. Y con cosas curiosas! El museo, cómo no, de los Nobel, ó la sede (no sé si la central, pero sí que son suecos) de Skype.

No menos curiosa es la fachada de los dos edificios más antiguos de la ciudad, que tiene tres bolas de cañón empotradas! No justo en esos, sino en las fachadas de al lado. (Los antiguos son, en la foto, el de amarillo y el de su derecha).


Esa noche, nos fuimos de fiesta. Fuimos a la universidad, que montaba una especie de discoteca. Era barata! Cuatro pavos entrar, nada más. Y las cervezas, a 2.70 euros. Según los erasmus de allí, tiradísima. Pero vamos, queda bastante lejos del Homeless Prize. Estuvimos viendo a suecos y suecas bailar, dándolo todo (con alcohol se revolucionan mucho), pero a las tres se acabó todo. Es lo que pasa siempre, acaban muy pronto.

Al día siguiente teníamos una resaca del copón, así que estuvimos durmiendo y comiendo hasta la hora de cenar. La comida de Estocolmo es basura también, como la de aquí. Tienen una cosa que se llama Pitipana (no sé como se escribe, pero se pronuncia así), que son trocitos de carne y trocitos de patata, minicubitos. Está bueno y es fácil de hacer, sólo tienes que freírlo un poco. También tienen lo que llamamos Ballshits, que son minialbóndigas. Iván decía que eran cojones de Pakistaní (allí había una gracieta con los Pakistanís por algunas cosas que han ido haciendo este año). Y de dulce, un pastelito que es tal cual una mierda de Arale. De forma, digo. De sabor está bueno y además te llena.


Por la noche vimos el Barça-Valencia, y me puse las botas. Meterle un 4-0 a los chotos con esa superioridad...pocas veces, pocas. Nos tomamos unas cervecillas del súper y ya está.

El domingo Iván se fue. Juan Carlos y yo le acompañamos a la estación, y luego nos fuimos a casa. Pasamos de camino por una tienda que no recuerdo el nombre, en la que sólo venden alcohol. Es curioso. Si compras cervezas en el súper, tendrán siempre de máximo 3.5% de alcohol. Si las compras ahí ya hay de más. Pero lo de siempre, es carísimo...

Y tan carísimo, que las dos últimas veces que he pagado (se me caducó el billete de tres días) me han cobrado cuatro euros por un viaje. Para flipar. Pero bueno, lo que hay que hacer es lo de Iván; robar una bici y todos contentos. Allí la gente las usa, y están sin candados. Son tan buena gente y confiados, que las dejan sueltas por ahí.

Y poca cosa más. Esta mañana me he venido de la misma forma en la que me fuí, llegando a Skavsta a las tres y llegando a Praga por la tarde. Un hachazo también el cambio de dinero. Yo no entiendo nada. Mucha Unión Europea pero aquí no usa euros ni su puta madre. El cambio de euros a coronas suecas está a 10.2, bastante bastante bueno en este momento. Pues de corona sueca a checa, sale penoso, y me quedo corto. Deben cobrar unos sueldazos...en serio, si a alguien le da el venazo y va, que se lleve dinero. Y que no se lleve muchísima sganas de fiesta porque se va a joder por cóm está el tema. No ha sido malo tampoco, ya que en Praga en breves está la Tram Party...

martes, 2 de diciembre de 2008

Liège + Brugge

Locura de viaje! Mi amiga Andrea está de erasmus en Lieja (Bélgica), y aprovechando que otro amigo, y a la vez su primo, Jano, se iba a ir a verla, decidí ir yo también. Tenía pensado ir de lunes a viernes, pero cuando fui el domingo a comprar los billetes me dijeron que sólo había para el domingo a las 22.00h. Me compré ese, bastante más caro que el de Budapest ó Cracovia (está bastante más lejos), así que el martes por la mañana, después de doce horas de bus, ya estaba llí. Andrea me llevó a su cot, que era como un estudio para vivir. Allí no se llevan lo de los pisos, aunque sí lo de las residencias, aunque en menor medida que en Praga. Los cots son como pisillos de estudiantes pero pequeños, para dos personas, equipados con cocina y baño. Es como una habitación gigante. El de Andrea y su compañera María era así:

Estaba bastante bien, Jano y yo cabíamos muy bien en el colchón (sin almohadas..) que nos dieron, pero era un cuarto. Un poco putada ya que en Praga ya vivo en un quinto sin ascensor, pero bueno!

Me pasé la mañana durmiendo, y me levanté porque ellas me hicieron la comida. Jano llegó a última hora, desde el aeropuerto de Maastricht.

Esa noche, Jano y yo nos fuimos a la zona de pubs a tomar algo. Vivían bastante cerca, pero ellas no vinieron porque al día siguiente tenían prácticas a las 8.30h. Así que nos fuimos con un mapita él y yo, a ver qué pasaba. Después de estar dando vueltas un rato buscando algo que nos gustara, entramos a uno a tomar unas cervecillas. Allí conocimos a una chica simpática, velga, que había estado un año viviendo en México. Cuando se hizo tarde y se fue, nos fuimos nosotros al cot.

El día siguiente me lo pasé medio durmiendo, esperando a la fiesta de la noche. Era el cumpleaños de una amiga de ellas, Blandine, en su cot. Resultó que la fiesta era en la cocinita de su cot, que estaba bajando unas escaleras. Era un antro, totalmente, diminuto, y estaba lleno de gente. Nos compramos Absolut (un ciego a lo grande) y estuvimos allí hasta que nos fuimos al pub. Nada, estuvimos de charreta un poco con gente, y al volver nos compramos las famosas patatas fritas de Lieja. Poca cosa la noche.

Al día siguiente, después de comer, nos fuimos a ver Lieja. Andrea me la había pintado muy pequeña, horrible...nada, no es tanto. No tiene el encanto de otras pero no es desagradable ir por la calle. La zona centro, donde están todos los pubs y la catedral (que es bonita pero no eché ninguna foto), está bien. Está todo cerca, como la Ópera, ó la casa en la que en teoría preparan los mejores gofres de Lieja, también famosos. Los rellenan de chocolate, están bien, pero me gustan más los de mercadona, los de diez minutos al microondas, jaja!

Para decir algo más de Lieja, pues que está en la parte francófona de Bélgica. No es baratilla, está más ó menos como España. Para transporte público sólo están los autobuses, que te cobran 1.30 pavos por viaje. Los belgas majetes, y las belgas bastante guapitas.

Ah! Y Jano y yo pusimos una lavadora cuando ellas se fueron a clase. Fuimos a una lavandería, era mi primera vez. Estuvo gracioso pero aburrido de la ostia.


Esa noche nos fuimos a una residencia a beber. Nos compramos cerveza y sangría, y conocimos gente nueva. Hay una barbaridad de españoles, y como la zona de fiesta sólo es esa calle (Rue d'Avroy) y sus pequeñas perpendiculares, salen al final todos al mismo sitio. Esta vez estuvimos en una discotequilla-pub, con cervezas a un euro, ya que había un canario que movía hilos para que nos hicieran descuentos por ser erasmus.
otra vez lo mismo, fiesta y ya!



Al día siguiente, jueves, hicimos el esfuerzo de levantarnos y nos fuimos a Brujas. Ya habíamos estado hacía unos años, pero es que esuna ciudad realmente preciosa. Ante de venir a Praga era la ciudad que más me gustaba. Es rollo Karlovy Vary, los edificios independientes, sin armonía, pero muy bonitos, de colores. El río envuelve a la ciudad entera, por la que pasan muy pocos coches. Se lleva mucho lo de llevar bicicleta.



Famoso es el chocolate de Brujas, pero como no hay dinero, no hay chocolate. Sólo el que Jano me dio en forma de Oreos blancas, ya que antes de ir a Lieja, Carles y yo le hicimos un encargo de Oreos y fiambre. Cómo no..

Ese día había partido de UEFA en Brujas, contra el Saint Ettiene. Estaba lleno de gente con bufandas verdes. Nos pasamos el día paseando por la ciudad, hasta que se hizo bastante de noche. Cogimos el tren y volvimos a Lieja.

Lo del tren en Bélgica es curioso. Puedes comprar un billete que se llama go-pass, con el que dispones de diez viajes para ir de una ciudad a otra, siempre dentro de Bélgica. Vale 46 pavos diez viajes, así que ir de una punta a otra te sale tirado. Nos costó bastante llegar de Lieja a Brujas, porque son ciudades diametralmente opuestas. Lieja está muy cerca de la frontera con Alemania, y Brujas muy cerca del mar. Entre medias queda Bruselas, Gante (que habrá que ir algún día..), Anveres, Charleroi...pero...secreto! truco! Como son españoles, se compran un boli que borren y hacen chanchullo. Me explico: a dónde vas, de dónde vienes, cúando, todo eso lo vas anotando tú mismo en el billete. El revisor lo ve y te lo tica. Si usas varios viajes, como Andrea, que nos lo dejó a Jano y a mí, el revisor es probable que sólo te tique uno. Así que borras los otros , y has ganado viajes gratis.

Y como estábamos muy cansados, al llegar a casa nos fuimos a dormir. Ahora viene lo bueno.

Al día siguiente, viernes, nos íbamos. A las 17.45 salía mi bus. Estoy tan hasta los cojones de contarlo, que no me apetece contarlo por aquí. El caso es que el bus, resumiendo, se paró en donde no debía y luego me dejó tirado. Así que me quedé hasta el siguiente bus en casa de Andrea, domingo a las 17.45. Dos días más, en los que intenté avanzar un poco del proyecto, ya que había quedado con el tutor el lunes por la tarde. Avancé poquito, ya sin Jano, y me presenté el domingo en el autobús. Éste sí que se detuvo donde tocaba, pero me decían que no podía subir, que el billete no era de esa fecha. Después de insistirles un rato, me dejaron subir. Menos mal, si no, aún estaría allí. Total, que después de otras doce horas de viaje, atravesando Aachen, Colonia, Frankfurt, Nuremberg y Plzen.

Y nada, el lunes, ayer, a las seis de la mañana, llegué a Praga. Y la que nos lió la señora de la limpieza...puf!

Y mañana...a Estocolmo!